martes, 27 de julio de 2010

CAPITALISMO: CRIMENES CONTRA LA HUMANIDAD.

 

  Para los poderosos, la impunidad. Para sus víctimas, el camino del combate para obtener soluciones. Es normal : los mercados han impuesto con el beneplácito de los Estados, el fraude como nueva ley universal. Explicaciones.


  Patronos granujas, accionistas anónimos, dirigentes de empresa puestos en libertad cuando su empresa es condenada… los dirigentes de empresa y los oligarcas no tienen el poder únicamente en sus empresas. Lo tienen en la sociedad, por medio de la impunidad de la que se benefician la mayoría de las veces en la gestión de sus negocios. El último en el tiempo ha sido Jean Marie Messier, cuyo grupo del cual era presidente, Vivendi, acaba de ser condenado en los Estados Unidos al mismo tiempo que él es puesto en libertad. La impunidad de los “actores del mercado” está vinculada, efectivamente, a las relaciones que los poderosos grupos financieros mantienen con los poderes, los gobiernos, los jefes de Estado. Pero también porque con demasiada frecuencia la ley está hecha por ellos, para no entorpecer el buen funcionamiento del mercado. Ya que, como recuerda el juez Jean de Maillard el dejar-hacer, la supresión del Estado, de las leyes y las reglas sociales son las condiciones, según los teóricos del liberalismo, para el funcionamiento sin trabas de un mercado que se regula a sí mismo, gracias a la “mano invisible”. Lo que ocurre es que, bien mirada, la “mano invisible” es muy poco recomendable, y lleva frecuentemente el nombre de fraude.
   Para la sociedad, para la población, para los trabajadores, la impunidad y la ausencia de reglas se traducen en despidos a raudales, cuando de repente, después de haberse embolsado las ayudas públicas durante años, un grupo decide deslocalizar, arruinando la economía de una región. Se traducen también en muerte como en Bhopal, India 1984, donde las miles de víctimas de una industria química todavía no han sido indemnizadas. Se traducen igualmente, en crimen organizado, como cuando a finales de los años 90, la bancarrota de las cajas de ahorro en los Estados Unidos, consecuencia de la doctrina liberal aplicada por Reagan, atrajo a todo lo que en las finanzas pueden haber de sinvergüenzas y de mafiosos a los que la revolución conservadora terminó de soltar las bridas… En 2008, esto mismo ha tomado la forma de la más grave crisis económica desde 1929.
   Enfrente, las víctimas de esta ideología del dejar-hacer se deben desenvolver con sus escasos medios. Retirado el Estado, es el genuino camino de la lucha lo que les espera para conseguir soluciones. Éste es el resultado de la alegre globalización que nos están prometiendo desde hace 20 años. 
    Esto es lo que ha traido, a España, la monarquía franquista-capitalista aberrante y antidemocrática.

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