lunes, 17 de octubre de 2011

CON ESPERANZA Y SIN MIEDO, A POR LA III REPÚBLICA.

Si la desesperanza es inevitable, que la dignidad y la integridad de nuestra conciencia ciudadana impidan su degeneración en resignación y en cobardía. Hagamos nuestra al menos, aquella divisa del Quattrocento que recogió Spinoza y formó parte del juramento de los jueces ingleses: "Sin esperanza y sin miedo." Fieles aunque afligidos. Fieles a la verdad y la justicia, aunque afligidos por sus continuos desastres y fracasos. Sería ya una buena nueva para esta España nuestra en la que la desesperanza va siempre acompañada de un miedo casi ilimitado a casi todo. Miedo a la opresión, miedo a la libertad, miedo a la pobreza, miedo a la fortuna,  miedo al poder, miedo a la anarquía, miedo a la guerra y miedo a la paz de los vencedores. Y, sobre todo, miedo al miedo.
Cuando éste se supera o se sacude, comienza a tambalearse el poder y se hace posible la libertad. "No hay poder que no fomente miedo al pueblo; no hay libertad que no lo procure a los poderosos". Por eso, con libertad y pasión por la justicia, que es indisociable de la pasión por la igualdad que nos traerá la República.
Cada vez entiendo mejor la recapitulación autobiográfica de Bertrand Russel, uno de los pocos liberales verdaderos que en el mundo han sido, es decir, de los que han puesto siempre la libertad sobre la propiedad y la dignidad humana sobre la riqueza. "Tres pasiones simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y un insoportable dolor por el sufrimiento de la Humanidad." Amor. Verdad. Justicia. Son el mejor equipaje humano para el derecho propio de una democracia efectiva, que es intrínseca a la República.
Pero no hay que ponerse demasiado serios. Recientemente nos recordaba Dario Fo que los cómicos actúan contra la hipocresía, la violencia y el poder. Y, encima, haciendo reír. "Al poder, decía, no le gusta la risa."
No hay cosa mejor que reírse y distanciarse despectivamente del poder cuando olvida o desprecia la libertad, la igualdad y la justicia, es decir el derecho, del que no disfrutamos en esta monarquía impuesta por la fuerza de las armas del franquismo-monárquico. La risa la pone histérica. Si en vez de la verdad togada de la justicia buscase siempre la verdad desnuda, con sus atributos al aire, todos seríamos más felices. Nadie podrá candarnos la boca ante la impunidad ni exigirnos poner jeta de acelga ni comparar la seriedad del burro con la bragueta de un juez. Y si el poderoso se empeña en la púrpura y en la liturgia, debemos apostrofarlo con las siguientes palabras: ¡Llaneza, muchacho; no te encumbres que toda afectación es mala!. III REPÚBLICA ¡YA!. 

viernes, 5 de agosto de 2011

CÓMO HAN HECHO SU FORTUNA LOS ASESINOS J.C. BORBÓN, F. BORBÓN Y SUS FAMILIAS.

No solo asesinó J.C. Borbón a su hermano por orden de su padre y Franco, para que no tuviera contrincantes en la sucesión de Franco como jefe del Estado a título de rey. Una barbaridad jurídica que además se asienta sobre un asesinato. Conducta propia de J.C. Borbón, F. Borbón y sus familias. Lo que los partidos políticos monárquicos, tras privarnos de DEMOCRACIA, nos siguen imponiendo por la fuerza de las armas, cuya actuación en esos términos la iniciaron los Borbones y Franco, cuyas raíces están en el nazismo, el fascismo y el crimen que practican los monárquicos franquistas y sus gobiernos antidemocráticos.

miércoles, 13 de julio de 2011

LA TIRANÍA DEL CAPITALISMO CAMPEA A SUS ANCHAS CON LA ANUENCIA DE LOS GOBIERNOS QUE ENARBOLAN LA BANDERA DEL CAPITALISMO, CON LO QUE CONSIGUEN SOMETER A LA MISERIA A MILLONES DE CIUDADANOS DIARIAMENTE PARA HACER MÁS RICOS A LOS RICOS, TODOS ELLOS ESPECULADORES.

EN APOYO DEL DERECHO HUMANO DE IGUALDAD ECONÓMICA Y EN CONTRA DEL CAPITALISMO ABERRANTE.  SUSCRIBO LA SIGUIENTE DECLARACIÓN:
NO VAMOS CONSENTIRLO
BASTA YA DE POLÍTICAS IMPUESTAS A LOS PUEBLOS

NI UN RECORTE MÁS DE DERECHOS

ALTO A LA ESPECULACIÓN FINANCIERA

POR UNA DEMOCRACIA REAL YA

… PORQUE NO SOMOS MERCANCÍA EN MANOS DE POLITICOS Y BANQUEROS
ESPECULADORES Y CORRUPTOS.
Los llamados “mercados”, que no son otra cosa que los grandes poderes financieros, las empresas multinacionales como Telefónica, que despiden a miles de trabajadores cuando ganan miles de millones de euros, o los bancos, que están en las esquinas de nuestras calles y juegan al casino con nuestro dinero, no dejan de atacar a los estados europeos y están a punto de hundir a nuevos países como Italia o España, después de haberlo hecho con Grecia, Irlanda o Portugal.
Ellos crearon la crisis, por culpa de ellos se endeudaron los estados y ahora aprovechan la coyuntura para imponer a los pueblos su propio rescate como si fuera el de las naciones a las que están a punto de arruinar.
Nosotras y nosotros, mujeres y hombres de todas las edades y condiciones, jóvenes maduros, empleados o parados, de todas las corrientes ideológicas y simplemente amantes de la justicia y la democracia real y enemigos de la mentira y de la avaricia
DECLARAMOS:
- Que rechazamos las políticas que se vienen aplicando, que no significan sino recorte de derechos sociales en beneficio de la banca y las grandes empresas y que no tienen nada que ver con las necesarias para crear empleo y salir de la crisis.
- Que hay que poner fin a la especulación financiera contra los estados soberanos y que para ello reclamamos a las autoridades europeas y especialmente al Banco Central Europeo que impidan que se sigan produciendo, simplemente controlando urgentemente los movimientos de capital, dejando de prestar dinero gratis a la banca si no es con la firme garantía de que se utiliza para financiar a las economías y estableciendo inmediatamente un impuesto sobre esos movimientos financieros especulativos que los disuada para siempre. Hay que garantizar que fluya el dinero a las pequeñas y medianas empresas, que son las que realmente crean empleo, creando una banca pública mediante la nacionalización de las cajas de ahorros.
- Que Europa no puede construirse ni tiene futuro si no es sobre la democracia real y que el sometimiento y la complicidad actual de los gobiernos ante los poderes financieros es indigno y suicida.
- Que no vamos a aceptar que se tomen en España más medidas de recorte de derechos y sociales y menos aún que se proceda a otro falso “rescate” como los que se han realizado en otros países y que solo han significado dar dinero del pueblo a la banca que ha creado la crisis. Y que vamos a exigir por todos los medios que la crisis la paguen quienes la han provocado.
Y al firmar esta declaración manifestamos expresamente NUESTRO COMPROMISO PERSONAL EFECTIVO DE DEFENDER EN LA CALLE, EN LA RED Y DONDE HAGA FALTA las conquistas sociales que tanto ha costado alcanzar, de ejercer el legítimo derecho a la desobediencia civil cuando las medidas políticas se toman a las espaldas del pueblo sin dejar que éste se pronuncie, y que haremos todo lo que esté a nuestro alcance para que los bancos y banqueros, que son los verdaderos culpables de la crisis, paguen el daño que han hecho a la sociedad.



viernes, 8 de julio de 2011

LAS AGENCIAS DE CALIFICACIÓN, EL ARIETE UTILIZADO POR LOS CAPITALISTAS ABERRANTES CONTRA LOS INTERESES DEL PUEBLO, SON UN PALO EN LA RUEDA DE LA BICICLETA PARA CONSEGUIR, SOBRE TODO, EL DERECHO HUMANO DE IGUALDAD ECONÓMICA, PARA EVITAR QUE EL CAPITALISMO DEPREDE EL PLANETA Y DESTRUYA LA HUMANIDAD. POR ESO, URGE LA CREACIÓN DE LA ABOGACÍA DEL PUEBLO.

 
Cuando ya llevamos años instalados en una crisis financiera, generada por el capitalismo, cuyo primer contagiado ha sido la economía real, cuando se han destruido millones de empleos en toda Europa, cuando se ha sometido al chantaje y a presiones inauditas a diversos gobiernos, y cuando se ha visto que los capitalistas, principales responsables de esta crisis siguen disfrutando de sus privilegios, algunos gobiernos, instituciones y partidos comienzan a cuestionar el papel que en este proceso han jugado las agencias de calificación. Otros, ya hace tiempo que venimos denunciando que sus actos ni son inocuos ni carentes de responsabilidad en el ámbito del derecho penal.
Para entender el papel de Moody’s, Standard & Poor’s y Fitch a lo largo de la crisis, que han sido usadas como arietes por los capitalistas contra los derechos humanos del pueblo, habría que distinguir dos momentos. El primero tiene lugar aproximadamente a partir de 2001, con la expansión, provocada, del boom inmobiliario. Entonces, el negocio de las agencias consistió en calificar al alza –previo pago por su asesoramiento– diferentes productos financieros de sus clientes. Muchos de esos productos eran hipotecas basura y activos tóxicos. Las agencias, en connivencia con la banca, les otorgaron la máxima calificación. Gracias a estas operaciones, los ejecutivos de las agencias multiplicaron sus ingresos. Al mismo tiempo, generaron una burbuja cuyo estallido aniquiló de un plumazo el derecho a la vivienda de miles de familias y condenó a muchas otras al desempleo, la miseria y el desahucio.
El segundo momento es aquel que viene caracterizado, durante la crisis, con continuos ataques a la credibilidad y estabilidad de las economías más afectadas por la misma; todas y cada una de las acciones emprendidas por los gobiernos de Grecia, Portugal, España y otros han sido denostadas por esas agencias, generando una desconfianza aún más profunda en las economías nacionales, siempre con el consiguiente beneficio para empresas que son también clientes de las agencias o, incluso, accionistas de ellas.
En el ámbito europeo, las sanciones a las agencias o a la banca por su responsabilidad no han llegado siquiera a eso. Es más, en casos como el español, diversas entidades financieras son protagonistas de operaciones hipotecarias que bien podrían encuadrarse en el delito de estafa. Sin embargo, han recibido ingentes cantidades de ayuda que les han permitido convertir su deuda privada en deuda pública. Y todo ello prácticamente sin contraprestaciones que las obligue, al menos, a aliviar el grave problema habitacional que han contribuido a crear.
El problema real no lo quieren abordar los capitalistas como corresponde.
Ante las brutales pérdidas generadas a las arcas públicas de los países atacados por estas agencias, ante los millones de puestos de trabajo destruidos y los ingentes perjuicios generados a los ciudadanos, es evidente que los gobiernos que pretendan mantener su credibilidad en materia de prevención y represión de este tipo de comportamientos deben afrontar este problema con firmeza y valor.
Algunas organizaciones –como el Observatorio DESC, Izquierda Unida o Attac– han puesto estos graves hechos en conocimiento judicial, a través de una querella que lleva casi cinco meses paralizada en manos de la Fiscalía Anticorrupción; se trata de un esfuerzo cívico importante, valiente y coherente que pretende servir de acicate para que el Gobierno, a través de la Abogacía del Estado y de la Fiscalía, y sobre todo DE LA ABOGACÍA DEL PUEBLO -A CREAR-, actúe sobre estas empresas y les reclame la responsabilidad que tienen en esta crisis y en las dificultades que existen para salir de ella.
Los límites de la actividad empresarial, CUYA ACTIVIDAD DEBE ESTAR AL SERVICIO DEL PUEBLO, NO DEL CAPITALISMO, son los que establece el Código Penal; y quien se los salte debe estar dispuesto a afrontar las consecuencias y quien dirige los destinos de este país debe asumir, con responsabilidad y valentía, la imperiosa necesidad de acotar prácticas que han excedido el ámbito de lo mercantil y del respeto a los derechos humanos del pueblo, sobre todo el derecho de IGUALDAD ECONÓMICA. Pues, la actividad económica debe estar al servicio de los ciudadanos para conseguir que todos y cada uno tengamos cubiertas las necesidades, sin despilfarrar, que es lo que depreda al planeta y destruye la Humanidad.

jueves, 23 de junio de 2011

EL PACTO DEL EURO, UN CRIMEN MÁS ORGANIZADO DEL CAPITALISMO ABERRANTE QUE DEPREDA AL PLANETA Y DESTRUYE A LA HUMANIDAD.

 
En otros tiempos y en otras sociedades menos complejas, cuando un poderoso monárquico quería explotarte te ponía unos grilletes, te daba unos azotes, te mantenía a base de pan y agua, violaba a tu mujer e hijas y encima te obligaba a llamarle señor. Por supuesto, también era costumbre que al explotado se le cruzasen los cables y le cortase la garganta al señor mientras dormía, o se aliase con los explotados de los alrededores para cortar varias gargantas de varios señores feudalistas. La insurrección era vista como algo lógico e inevitable, y la vergüenza recaía sobre el señor por no haberse sabido defender. La cosa estaba clara, las cartas no estaban marcadas y hasta el más tonto de la aldea hubiera podido señalar al explotador en una rueda de reconocimiento.

Hoy en día, los monárquicos capitalistas aberrantes han convertido la economía en algo tan complejo que las masas se ven incapaces de comprender de dónde les llueven los golpes que los arruinan. Han mutado los grilletes y el látigo en entelequias incomprensibles tales como el IBEX-35, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial o el Banco Central Europeo. Han transformado la economía en una máscara detrás de la que robar y machacar al pueblo bajo un prudente velo de anonimato e impunidad. No se puede guillotinar a la monarquía instrumento de la CEOE, ni quemar sus propiedades, porque la CEOE sólo existe en el reino de las ideas.Otra entelequia sin garganta que cortar es el nuevo acuerdo a puerta cerrada parido por Merkel y Sarkozy: el Pacto del Euro. Se trata de la enésima reforma en contra de los trabajadores que se anuncia como inevitable para salir de “la crisis”, cuando lo que está en crisis es el capitalismo monárquico aberrante; en este caso, el objetivo declarado es aumentar la “competitividad” para contener el déficit en los estados de la Unión Europea y así evitar nuevos "rescates, «el acuerdo se basa en compromisos sobre moderación salarial, contención del gasto en pensiones y prestaciones sociales, flexiseguridad laboral para fomentar el empleo y coordinación de las políticas fiscales». A cualquier trabajador se le deberían poner los pelos de punta ante esta retórica anti-proletaria, monárquica y capitalista aberrante. 
 

viernes, 10 de junio de 2011

¿QUÉ CLASE DE CONSTITUCIÓN ES LA DE 1978 QUE NO PERMITE JUZGAR A LOS CORRUPTOS BORBONES, EL MONARCA?. ¿A CASO SON UNOS EXTRAÑOS ENTRE NOSOTROS? LA OPINIÓN DEL PUEBLO ES QUE SÍ, POR ESO: III REPÚBLICA.


El sistema democrático es una forma de organización que una sociedad se da así misma, y en ese "se da así misma" reside la diferencia con otros sistemas políticos, como los oligárquicos, las tiranías o las monarquías, en las que el conjunto de la sociedad es marginado de cualquier nivel de participación, salvo, a veces, para asentir. Como todo sistema de poder, el sistema democrático supone gobierno de los ciudadanos y administración de las cosas. La coherencia exige, teóricamente, implicar a la sociedad en ambas funciones y también expansionar el sistema a todos los niveles. En los sistemas democráticos actuales, la economía permanece excluida de la democratización, y en algunos de ellos, como en el caso de España, a la democratización le ha sido sustraída la capacidad para decidir sobre la primera magistratura del Estado. Considero que, tomando como referente el sistema democrático, el régimen político instalado en España está, pues, mutilado, y que a partir de esa amputación, el sistema, por ese factor y otros inherentes al proceso que lo impulsó, sufre una gangrena. la mutilación ha supuesto, por ejemplo, extirpar del horizonte político del país la alternativa republicana. Cabe preguntarse ¿qué es un monarquía frente a un ciudadano que no lo ha elegido? Y también ¿qué clase de constitución es la de 1978 que no permite juzgar al corrupto monarca? ¿A caso ese soberano es un extraño entre nosotros?. A la vista de los hechos, es evidente que, no solo es un extraño entre nosotros, sino que, nos ha impuesto, como sucesor de Franco, por la fuerza de las armas esta economía de mercado capitalista aberrante que es quien dicta las normas a los gobiernos de turno que, ellos hacen leyes en este país, para someternos a la tiranía, no solo monárquica, sino, de los mercados, dando lugar a los millones de desahucios, desamparos e injusticias que diariamente hacen con la colaboración necesaria de jueces monárquicos y por tanto corruptos. La existencia de una monarquía es incompatible con un sistema democrático. Si en algunos países aceptamos la coexistencia, incompatible, de falsa democracia y monarquía, ello es un síntoma de debilidad de la democracia. LA REPÚBLICA ES LA FORMA DE ESTADO NATURAL DE UN SISTEMA DEMOCRÁTICO.

jueves, 14 de abril de 2011

PRÓXIMO ADVENIMIENTO DE LA III REPÚBLICA DEMOCRATICA. ¡FELICIDADES!. LA JUSTICIA QUE COMPLACE A LA MONARQUÍA ES UNA JUSTICIA CORRUPTA, MANIPULADORA, FALAZ Y SOMETEDORA DE LOS CIUDADANOS A LAS MAYORES VIOLACIONES DE LOS DERECHOS HUMANOS.



La sociedad democrática ha sido producida por nuestras necesidades y el gobierno por la maldad de los monárquicos; la primera promueve nuestra felicidad positivamente, uniendo entre sí nuestros afectos; el otro crea las diferencias. La primera protege, el segundo castiga injustamente. La sociedad democrática, en la que no estamos, es una bendición; el gobierno monárquico, incluso en su mejor forma, no es más que un mal; en su forma peor es insoportable.
La justicia que complace al príncipe es, en primer lugar, la del privilegio. La igualdad como principio, la desigualdad como sistema. El fuero como norma y la inmunidad como fin. Es lo que procura por encima de todo la impunidad del poder en medio de grandes protestas de seguridad y democracia. El derecho y los jueces son un instrumento de la política, y el llamado poder judicial una herramienta que el poder real, el fáctico, puede utilizar a su arbitrio al servicio de sus intereses privados. La razón jurídica del estado de derecho queda subordinada a la razón del poder fáctico. Las exigencias de justicia, a los criterios de oportunidad y conveniencia. Si los máximos de los crímenes de corrupción o terrorismo de estado forman o han formado parte de la clave de bóveda del sistema político, de tal forma que su incriminación puede hacer estallar la urdidumbre y la trama de los consensos que están en la base de este sistema monárquico: consenso político, consenso institucional y consenso jurisdiccional; que respondan todos menos los máximos responsables. El príncipe es inviolable. No responde ante nadie. El poder judicial no pasa de ser un subpoder. Juzga y hace ejecutar lo juzgado siempre que no invada la justicia de palacio o no toque el corazón del sistema corrupto.
Es el “príncipe” el que protege al derecho, no el derecho al “príncipe”. El rey hace los jueces y cuando cogobernaba con Franco, también a los obispos.