viernes, 19 de octubre de 2012

«TODO ESTÁ ATADO Y BIEN ATADO» DEL ÚLTIMO MENSAJE DE FRANCO. LA DESTRUCCIÓN POR LA MONARQUÍA FRANQUISTA DEL PUEBLO, SOMETIÉNDOLO A LA MISERIA, LA IGNORANCIA, LA HUMILLACIÓN, EL DESAHUCIO Y EL DESAMPARO, UTILIZANO COMO INSTRUMENTO DESTRUCTOR LOS PARTIDOS POLÍTICOS MONÁRQUICOS. 



Antes de cada proceso electoral todos los partidos políticos, con la complicidad de la monarquía, que deciden concurrir al mismo elaboran un programa electoral. En estos programas cada organización detalla las políticas que tiene previsto poner en práctica durante la siguiente legislatura. La elaboración de estos documentos puede ser más o menos transparente o participativa. Algunos partidos abren el proceso de elaboración de su programa a toda la ciudadanía y organizaciones sociales interesadas, otros partidos encomiendan esta tarea únicamente a sus militantes, y otros encargan esta misión a opacas fundaciones dependientes de sus propias estructuras organizativas.
A pesar de lo diferente de la elaboración de los programas electorales, en lo que todos los partidos políticos coinciden es en que estos programas deben ser un contrato o compromiso firme que adquieren las organizaciones con sus votantes y con toda la ciudadanía en general, ya que una vez que todas las organizaciones políticas monárquicas presentan sus programas, es la ciudadanía la que tras el estudio o revisión de los mismos decide otorgar su voto a uno u otro partido en base a la promesas que figuran en cada uno de ellos, que por cierto, ninguno reclama la DEMOCRACIA PLENA en la que se pueda elegir al presidente del país.
Por lo dicho en las líneas previas, se presume que una vez llegado un partido político al Gobierno está obligado legalmente a cumplir y poner en práctica todo lo que debidamente figure en su programa electoral. Haciendo una comparación bastante simple, cuando una persona particular adquiere un compromiso o firma un contrato con otro particular, cuando una de las partes incumple el citado compromiso, la parte damnificada acude a la Justicia, y esta sanciona debidamente a la parte incumplidora.
Pues bien, en la actualidad, el Gobierno del Partido Popular monárquico presidido por Mariano Rajoy esta estafando a toda la ciudadanía del Estado español. Desde que este señor obtuvo la presidencia del Gobierno únicamente se ha preocupado por incumplir todas y cada una de las promesas que figuraban en su programa electoral.
Durante los últimos meses del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, así como durante toda la campaña electoral, Mariano Rajoy, María Dolores de Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría, Esteban González Pons y el resto de dirigentes del Partido Popular fueron los encargados de vociferar todas y cada una de las promesas electorales que ellos mismos incumplirían pocos meses después; no subir el IRPF, no subir la electricidad, no tocar ni las pensiones, ni la sanidad, ni la educación; no inyectar ni un solo céntimo a los bancos que no ofrecían liquidez a las familias, no abaratar el despido o no promover una amnistía fiscal.
Cuando ya parecía que era imposible incumplir una promesa electoral más, el monárquico señor Rajoy salió a hombros por la puerta grande de la mentira e incumplió de nuevo una de sus máximas promesas electorales: no subir el IVA. Durante toda la pasada campaña electoral los populares juraron y perjuraron que no subirían el IVA bajo ningún pretexto, juramentos que no tardaron en olvidar nada más llegar a la Moncloa. Y la Zarzuela aplaudiendo.
En el caso de la subida del IVA lo más grave de la cuestión no reside en el propio incumplimiento de la pertinente promesa electoral, sino en la burda hipocresía con la que los monárquicos populares han jugado con la población española. Tirando de hemeroteca nos acordamos de lo dicho por estos señores de la subida del IVA llevada a cabo por el Partido Socialista en julio del 2010. Toda la maquinaria mediática de los populares se afanó por cargar contra esta subida ya que la misma conllevaba más paro, menos consumo, menos bienestar, menos recuperación, menos economía, menos inversión, menos comercio, menos actividad, más recesión, menos negocio, menos ahorro y menos oportunidades (todo ello palabras textuales de la monárquica madrileña Esperanza Aguirre).
Estos señores tan faltos de memoria, que ponen en práctica las satánicas medidas que ellos mismos condenaban hace dos años, nos toman por estúpidos e intentan hacernos creer que hoy es necesario lo que ayer era un suicidio económico. Con la actual subida del IVA los populares únicamente van a lograr contraer más la economía y reducir más el consumo, así como estrangular más si cabe a las familias, autónomos y pequeñas empresas, las cuales se van a ver condenadas a la subida de precios y, por consiguiente, a la reducción de sus ventas.
¿Hasta cuándo vamos a permitir la ciudadanía que estos señores nos estafen incumpliendo de forma descarada todas y cada una de sus promesas electorales? En una presunta democracia del siglo XXI tendrían que existir herramientas o mecanismos democráticos que velasen por el cumplimiento de los programas electorales de los partidos políticos, y que a su vez sancionasen y expulsaran del gobierno a todo aquel que incumpliera la más mínima de sus promesas electorales.
Por todo ello, ante la continua prostitución del sistema imperante, y ante la demostrada inoperancia de PPSOE (los dos partidos políticos, monárquicos, cómplices del sistema bipartidista), se antoja imprescindible una rebelión democrática que haga frente a la guillotina social empleada por la monarquía y sus gobiernos monárquicos franquistas.



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